lunes, 4 de junio de 2012

La Educación Económica se puede aprender desde Infantil (texto base para la reflexión)



La educación infantil es una etapa no obligatoria del sistema educativo que comprende de los 0 a los 6 años y en la que la economía parece que no tiene cabida en primera instancia, aunque es bien presente. La educación infantil tiene como finalidades primordiales las de, atender el desarrollo afectivo del alumno, sus manifestaciones comunicativas y del lenguaje, así como las pautas elementales de convivencia y de relación social, junto al descubrimiento de las características físicas y sociales de su entorno próximo. Todo ello ha de hacer posible que los niños y niñas elaboren una imagen positiva y equilibrada de sí mismos y que adquieran autonomía personal (Decreto 71/2008). Así, dos de los objetivos fundamentales de la educación infantil son los de adquirir progresivamente autonomía en las actividades habituales y los de desarrollar sus capacidades afectivas y la confianza en sí mismos.
En otro orden de cosas, metodológicamente, el diseño de acciones educativas en infantil está orientado a favorecer la construcción de su propia identidad, la elaboración de una imagen de sí mismos positiva y equilibrada, el desarrollo de su autonomía, o el establecimiento de vínculos afectivos y sociales. Además, sabemos que la atención a la diversidad propia de la educación infantil es resultado de las características de la “etapa evolutiva preoperacional” que Piaget definió para el período comprendido entre los 2 y los 7 años.
Los niños y niñas de esta edad aprenden representando su mundo a través de palabras, gestos, acciones… es decir símbolos que le ayudan a manejar y representar la realidad. La función simbólica es una capacidad que a partir de los dos años nos permite imaginar situaciones futuras deseables. 
Entre el gran número de experiencias psicopedagógicas que abordan el desarrollo evolutivo de la etapa infantil, me centro en el famoso estudio que Walter Mitchel realizó en la universidad de Stanford sobre la autoimpuesta demora de la gratificación de los preescolares (MISCHEL, W; SHODA, Y; PEAKE, P, 1990). El estudio consistió en estudiar la capacidad que demostraban tener los niños y niñas para retardar la gratificación de comerse una golosina, y cuál sería la correlación que existiría con sus buenos estudios pasados los años hasta llegar a la adolescencia si habían conseguido pasar el mal trago de aguantarse y esperar unos minutos su recompensa.
Como resultado se observó que los procesos cognitivos relacionados con el desarrollo simbólico de imaginar la recompensa, al mismo tiempo que dominaban la frustración del momento de la espera, tenían correlaciones estadísticamente significativas con el buen rendimiento académico, psicológico y social en la adolescencia.








No me cabe la menor duda de que conceptos económicos como el coste de oportunidad se aprenden desde la infancia. Una cuestión a parte sería la de su enseñanza. Su enseñanza es nula por razones que ahora por falta de tiempo no desarrollaré pero que espero poder justificar más adelante.

Bibliografía
Mischel, W; Shoda, Y; Peake, P (1990): Predicting Adolescent Cognitive and Self-Regulatory Competencies From Preschool Delay of Gratification: Identifying Diagnostic Conditions. Developmental Psychology. 1990, Vol. 26, No. 6, 978-986

1 comentario:

  1. Hola! muy interesante!
    Tambien soy docente de economía y te comparto mi blog,

    http://intento-autobiografico.blogspot.com.ar/

    Saludos

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