jueves, 20 de octubre de 2011

“La Educación, o es crítica, o no es educación”. Bases para una verdadera enseñanza de la economía en secundaria

No hay ningún tipo de dudas, ni mucho menos de controversia, respecto de las incuestionables aportaciones que la enseñanza de la economía otorga a la formación global de los alumnos y alumnas en las etapas preuniversitarias. La ley de educación actual expresa claramente que la materia de economía tiene que proporcionar una formación que permita al alumno desarrollar funciones sociales que le permita incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia, con lo cual, son más que evidentes las conexiones con una educación para la ciudadanía económica por la cual abogan autores de la altura de Adela Cortina (CORTINA: 2000, 2001, 2005).  Nos referimos a todas luces (PAGÉS: 2005 i SANTISTEBAN: 2008) a que somos los profesores que impartimos estas materias quienes tenemos que favorecer el debate sobre las finalidades de la enseñanza y la responsabilidad social para evitar que, como dice Santisteban (citando a DAVIES: 2004), los estudiantes tengan conocimientos suficientes, por ejemplo sobre los gastos del gobierno y las políticas públicas que les afectan directamente como son el mantenimiento de los centros docentes públicos(BURGUÉS: 2010).

Fischer(2004)explica que para enseñar economía hay que ir más allá de los modelos económicos propio de las enseñanzas universitarias, y Travé(2001), adecuando los contenidos económicos a los requerimientos curriculares propios de nuestro modelo educativo, que un modelo basado en la experiencia del alumno supone reconocer su actividad y reflexión sobre los hechos económicos que le afectan diariamente. Es por ello que éste es el momento oportuno de recordar la magnífica cita del prestigioso maestro y economista Jose Luís Sanpedro, que para nosotros es la piedra angular para la “construcción” de una verdadera didáctica de la economía:
“Porque es el caso que, en nuestro país y en otros, el bachiller o alumno de
enseñanza media y preuniversitaria sale de las aulas conociendo, por ejemplo, lo
que es la calcopirita, pero sin haber recibido la menor información de lo que es
un Banco. A pesar de que indudablemente (sin la menor intención por mi parte
de menospreciar la calcopirita) es casi seguro que el flamante bachiller habrá de
recurrir a algún Banco durante su vida, siendo, en cambio, poco probable que le
afecte algo relacionado con la calcopirita. Y hasta me atrevo a añadir que, de
afectarle, puede que sea únicamente por motivos económicos en la mayoría de los
casos”[i]

A partir de esta premisa defiendo que es inaplazable utilizar la enseñanza de la economía para educar con una visión global, es decir, para ser capaz de interpretar y manejar la realidad con actitud crítica.

Para conseguirlo, contamos con un referente pedagógico de un valor incalculable, tanto por su producción escrita, como por su legado en favor de una educación problematizadora y crítica que ha de venir a sustituir la “educación bancaria” propia de nuestros días. El gran Paulo Freire nos propone que frente a la educación  ajena a la “vida” de los alumnos y las alumnas propia de los libros, se ha de reivindicar la gran utilidad de una educación crítica para acabar definitivamente con la pasividad del educando y favorecer que éste establezca un “diálogo” con su entorno capaz de transformar “su” realidad.

Cuanto el referente económico, para hacer posible que la enseñanza de la economía supere definitivamente la rigidez de los contenidos puramente teóricos (FISHER) no podemos obviar las aportaciones del economista indio Amartya Kumar Sen -premio Nobel de economía de 1998 -, puesto que para Sen, la inclusión de los elementos éticos como componentes de las problemáticas que acompañan la economía son básicos (SEN: 1999). Amartya Sen podría ser visto como una voz dentro del mundo de la economía que ha vuelto a una visión humanista de problemas de la desigualdad y el desarrollo social tras décadas en las que el triunfo del libre mercado, de la mano del neoliberalismo es incontestable también en el ámbito educativo. Creo que su voz puede ser trasladada sin más dilaciones al campo de la enseñanza de la economía en todas las etapas del sistema educativo, por razones como las que el profesor Francisco Álvarez nos cuenta:

"La importancia de la Teoría de Sen está en que el desarrollo económico puede considerarse exclusivamente como un proceso de expansión de las libertades humanas [...] Es preciso pues, que analizamos las instituciones políticas y económicas, las oportunidades sociales, las estructuras legales, la corrupción y el mantenimiento de ciertos modos de conducta". (ÁLVAREZ: 2001)


Ésta es una de las fuentes de soluciones a los problemas que surgen a la hora de utilizar modelos educativos excesivamente rígidos para comprender la realidad.

Y es que la importancia que tiene Amartya Sen como "revisor" de los límites y métodos convencionales de la ciencia económica, también está en su original enfoque de "las capacidades" y concretamente a la noción de "libertad como capacidad". Sucintamente, para Sen, la inclusión de los valores individuales son agregados a las decisiones colectivas que hacen superar el estricto marco de las consideraciones exclusivamente utilitaristas en un intento por ampliar la noción de racionalidad(ÁLVAREZ: 2001; CEJUDO: 2007). Así, la acción educativa racional puede conducir a formas de hiperracionalismo cuando pretende conseguir óptimos en la relación entre medios didácticos y fines educativos sin tener en cuenta la complejidad del alumno y la alumna como parte central del proceso educativo.

Sen propone que en el acto político y también social – y por extensión hasta el acto docente-, entendamos los principios éticos como filtros informativos, pues tan importante es lo que es objeto de análisis, como lo que se despacha en el seno de procesos deliberativos y argumentativos (ÁLVAREZ: 2001). Si nos paramos un momento, nos daremos cuenta enseguida del poco peso de los contenidos económicos “críticos” que explicamos los que nos dedicamos a la docencia. En definitiva, lo que explicamos depende de nuestra posición relativa respecto de los objetivos, contenidos y criterios de evaluación del currículum, o como explica Álvarez:

"Es importante que la búsqueda de las respuestas necesarias" [a los problemas políticos ya colación también los educativos] "se haga desde una óptica escéptica de la objetividad, por cuanto lo que podemos observar depende de nuestra posición relativa respecto los objetos susceptibles de ser observados. Lo que acabamos por creer está influido por lo que observamos y como actuamos finalmente, está relacionado con nuestras creencias".


Así pues, la objetividad pretendida a la hora de enseñar los contenidos económicos no es resultado de una ausencia de perspectiva, ni tampoco es resultado de suprimir todos los componentes individuales a favor de una igualdad aceptada por todos, sino al contrario, es el resultado de una perspectiva no crítica de nuestra tarea que pretende evitar a toda costa la confrontación problematizadora de aquello que se enseña. Y eso, la empobrece, pues las libertades son algo más que el fin último del desarrollo. Son también un medio crucial para su efectividad (SEN: 1999), por tanto también, las referidas a las que nos corresponden como profesores y profesoras a la hora de desarrollar el currículum, como las que les corresponden a los alumnos y alumnas para aprender a ser “personas críticas”, porque…

”cuando se toma la utilidad como representación del bienestar individual, hay que saber que nos da una información muy limitada y además no presta atención directa a la libertad para intentar conseguir el bienestar o cualquier otro objetivo. [...] La métrica de la utilidad puede ser especialmente grave en el contexto de una diferenciación arraigada de clase, género, casta o colectividad. Contrasta con el enfoque de las capacidades, que nos proporciona un cuadro muy vivo de la falta de libertad para lograr este funcionamientos elementales, falta de libertad que sufre la gente sometida a grandes privaciones. "(SEN: 1995)

Tomando una vez más las palabras de Sen, "la naturaleza de la objetividad en epistemología, en teoría de la decisión y en ética debe tener en cuenta la dependencia paramétrica que respecto a la posición del observador tiene la observación y la inferencia. Por lo que, dependiendo de la posición desde donde se miden, las observaciones, las creencias y las acciones son centrales para nuestro conocimiento."(SEN: 1999) Así, este planteamiento teórico-pedagógico debe ser un paso más hacia una verdadera didáctica específica de la economía. Soy de la opinión de que no es suficiente con conocer la libertad de que disponen los alumnos que estudian economía para "poder aprender”, por ejemplo los distintos impuestos del sistema tributario español. También es necesario rebelarles cuáles son sus "capacidades potenciales" para asumir su responsabilidad hacia la inversión que el hace Estado en educación (BURGUÉS).

Y es que "el estudio no se mide por el número de páginas leidas en una noche, ni por la Cantidad de libros leidos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.(FREIRE)

Bibliografía

ÁLVAREZ, M. FERNÁNDEZ, V. i GUTIÉRREZ, S. (1989): Introducción de elementos de economía en el currículum de 12 a 16 años. Madrid. Centro de Publicaciones del MEC, CIDE

ÁLVAREZ, J.F. (2001): «Capacidades, libertades y desarrollo: Amartya Kumar Sen», a MÁIZ, R. (2001): Teorías políticas contempoáneas. València. Tirant lo Blanch

BURGUÉS, J. (2010): "Una visita escolar a la Delegació Especial de l’Agència Tributària: una possibilitat per a fer una vertadera classe d’economia ". Ponència presentada a "Educació i Democràcia" celebrades a l'ICE de Palma en febrer de 2010.

CEJUDO, R. (2007): «Capacidades y libertat. Una aproximación a la teoría de Amartya Sen», a Revista Internacional de Sociología. Vol. LXV, nº47, Mayo-Agosto, 9-22.

CORTINA, A. (2000): La educación y los valores. Madrid. Fundación Argentaria/Biblioteca Nueva.

CORTINA, A. (2001): «El vigor de los valores morales para la convivencia» en seminario sobre LA CONVIVENCIA EN LOS CENTROS ESCOLARES COMO FACTOR DE CALIDAD. CONSTRUIR LA CONVIVENCIA. Madrid, 21 y 22 de febrero de 2001. Consejo Escolar del Estado. (2010/01/10)

CORTINA, A. (2005): Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciudadanía. Madrid. Alanza editorial.

DAVIES, P. (2004): «Contributing to Citizenship Education by improving the quality of students’ arguments» a Teaching Business and Economics, vol.8, n.1, pàgs. 26 a 30

FISCHER, A. (2005): «Economic Education and Constructivist Didactics» a Journal of Social Science Education, 2. (2010/01/10)

SANTISTEBAN, A. (2008): «La educación para la cuidadanía económica: comprender para actuar» a AA.VV. (2008): La enseñanza de una ciencia socials: la economía. Barcelona. Ed. Graó, Íber: Didáctica de la Ciencias Sociales, Geografía e História. Núm. 58. Any XIII. Octubre, 2008. Pàgs. 16 a 26.

SEN, A. (1995): Nuevo examen de la desigualdad. Madrid. Alianza Editorial.

SEN, A. (1999): Development as freedom a New York. Oxford University Press. (1/10/2006)

TRAVÉ, G. (1999): La economía y su didáctica en la educación obligatoria. Sevilla. Díada.

TRAVÉ, G. (2001): Didáctica de la economía en el bachillerato. Madrid. Síntesis.


[i] Nota Preliminar escrita para presentar la versión española del clásico manual de Economía del Nobel de
Economía Paul A. Samuelson: Curso de Economía Moderna, 6a edición, Editorial Aguilar, Madrid 1968

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